Por Claudia Villegas |Foto: Shutterstock| Revista Fortuna |septiembre 27, 2024. Estamos por iniciar octubre y, una vez más, no hay claridad en el proceso para la contratación de medicamentos y otros insumos para la atención medica en el sector salud. En este momento, le podemos confirmar que no se han hecho investigaciones de mercado; no hay siquiera claridad sobre la institución que lidereará las compras para el sector. No se ha dicho si seguirá siendo BIRMEX que estuvo a cargo de Jens Pedro Lohmann, o regresará al IMSS que lleva Zoe Robledo esa responsabilidad o, incluso, si cada institución hará sus propias compras.
Pareciera ser que, en el mejor de los casos, se haría nuevamente una compra consolidada, proceso que necesitará, forzosamente, la investigación de mercado, que se publique la convocatoria para la licitación, que se reciban las propuestas, que se analicen las mismas y se dé el fallo. Todo este proceso, difícilmente se hará en menos de 40 o 45 días, con tiempos recortados, lo que nos lleva a que los fabricantes, sabrán, otra vez tarde, si tienen contratos y qué deben fabricar ya entrado el mes de noviembre.
Para entonces, podrían comenzar a surtir hasta mediados de febrero. Y si no se toman acciones de inmediato, el resultado puede ser que se asignen los contratos en diciembre, cuando es muy difícil, porque muchas empresas cierran, solicitar las materias primas, lo que hará que sea hasta enero que se inicie el proceso y tener producto disponible a finales de marzo, inicio de abril. Esto es un problema serio, a menos que alguien lo esté buscando, el tener desabasto, es un buen negocio para unos cuantos que especulan con los precios una vez generada la urgencia.
Ojalá que la nueva administración, tenga claro que, en realidad los insumos para la salud no son como vender papitas, ni por la logística que requieren para su distribución, ni en lo relativo a su fabricación. Aquí explicamos el largo trayecto de un medicamento que, por cierto, conoce a la perfección el Doctor David David Kershenobich. No es extraño que Birmex sólo haya podido comprar medicamentos una vez en el año.
Definitivamente se necesita planeación porque además se deberán invertir entre 30,000 y 40,000 millones de pesos.
Un largo trayecto detrás de las medicinas
El proceso para fabricar con calidad un medicamento, cualquiera que este sea, es muy complejo y debe garantizar la misma calidad para un medicamento que va a la farmacia de la esquina, el que va a las grandes cadenas de farmacias o supermercados y para el que va al sector salud.
En el caso del sector salud, este adquiere sus medicamentos e insumos médicos a través de licitaciones, principalmente pero también mediante adjudicaciones directas, siempre buscando – en teoría – la mejor opción en precio y oportunidad de abasto.
Es. hasta que un laboratorio, ya sea en forma directa o a través de algún distribuidor, consigue el contrato para abastecer algún determinado producto al sector salud, cuando arranca el proceso de fabricación, esto es porque de otra forma, no se tiene la certeza de que lo que se fabrique, podrá ser vendido y sabemos que todos los medicamentos tienen una fecha de caducidad y es poco probable que alguien se arriesgue a fabricar en esas condiciones de incertidumbre.
El proceso inicia con la compra de la materia prima, el famoso principio activo, que lamentablemente y, por lo general, no se le encuentra en México y deben de comprarlo en el extranjero, en países tan lejanos como la India o China, principalmente.
Cuando el laboratorio hace su pedido, se forma en la fila de los clientes del fabricante de materia prima, quienes generalmente surten a todo el mundo, por lo que habitualmente se lleva un par de meses para que le toque el turno y entre en producción.
Una vez fabricada la materia prima, debe viajar desde el otro lado del mundo, dependiendo el volumen y costo, viajar por avión o barco hasta la aduana en México. Una vez en la aduana, deberá esperar turno para que esta sea liberada y entregada al fabricante de medicamentos en México.
Cuando la materia prima entra en las instalaciones del laboratorio en México, es analizada y, si cumple con la calidad requerida, empieza la fabricación del medicamento, ya sean tabletas, capsulas, geles, soluciones, polvos o cualquier forma farmacéutica que se requiera. Un largo camino. El proceso de fabricación, del medicamento, generalmente es el menos tardado, sin embargo, una vez que está fabricado, debe esperarse un periodo de cuarentena y ser analizado para asegurar la calidad y seguridad del mismo. Una vez analizado, es liberado y queda listo para ser comercializado y entregado a los diversos almacenes, farmacias y unidades médicas sector salud o privado.
Todo el proceso, que como dijimos, arranca con la asignación del contrato, toma al menos de 90 a 100 días. Con esta información, lamentablemente, es fácil deducir que este nuevo sexenio, corre un alto riesgo en empezar, al igual que el anterior, con un serio problema de desabasto en el sector salud.
Hacer la diferencia, esta vez.
Tienen la oportunidad de darle forma a las buenas intenciones y llegar a buenos resultados, resultados que realmente generen un cambio para el país y su gente, pero si no actúan ahora, serán los responsables de una crisis en salud, de la que no podrán culpar a nadie, excepto a sí mismos, por no haber aprendido nada en seis años y llegar otra vez tarde…